Re-cordar… qué significa? Si hacemos referencia a la lingüística, disciplina que puede llegar a abrir un universo para todos nosotros, por su conexión con el inconsciente individual y colectivo, este verbo hace alusión a nuestro corazón. Es decir que “cordar” está relacionado desde nuestras lenguas madres, griega y latina, al corazón. Curioso es descubrir esto, cuando cualquiera de nosotros, sobrevivientes de una cultura predominantemente mental e intelectual, asociaría esta palabra a una función de la mente…
Pues nos hemos equivocado; recordar entonces, significaría “memorizar algo... con el corazón”.
El título de este artículo habla también de “recuperar, y del poder de sanación”.
Sabemos desde la lingüística también, que toda palabra que utilizamos tiene un significado común a las personas de una misma cultura, pero, a su vez, tiene un significado oculto, que permanece en el inconsciente de todos nosotros y que hace alusión al origen de esa palabra. Por ejemplo, todos utilizamos la palabra “recordar” pero la mayoría de las personas no “recuerdan” que, en un principio, la palabra se refería en forma directa a lo que guardamos en nuestro corazón, en nuestro sentimiento, en nuestras emociones. En esto radica, en gran medida, la riqueza del lenguaje, que, realmente, “va más allá de las propias palabras”.
Así como creemos que todo lo podemos con nuestra mente, también creemos muchas cosas que no son la realidad. Y, entre ellas, creer que nuestra sanación está siempre en poder de otros o que depende de alguna intervención externa.
Sin embargo, hasta la propia Psicología reconoce hoy en día, el poder de la llamada “resiliencia”, es decir, la capacidad de una persona de recuperarse de una situación shockeante o una circunstancia supuestamente insuperable.
Es decir, que lo que se está comenzando a concientizar es que el ser humano tiene otros recursos que no son ni tan materiales ni tan previsibles. Uno de estos recursos es la medicina vibracional o energética, la cual tiene como objetivo “despertar” en el paciente su propio poder de sanación. La homeopatía, las terapias florales, la medicina china, la imposición de manos. En realidad, estas maneras de sanación despiertan al consultante su poder de sanación y, a la vez, lo hace consciente del mismo.
El ser humano y la naturaleza estaban muy unidos hace mucho tiempo atrás… y esto es lo que debemos “re-cordar”. Hay mucho conocimiento dentro de nosotros mismos y es hora de que lo despertemos, recuperando nuestras capacidades dormidas y dejando de depender de lo externo.
Sabemos también que la naturaleza, el planeta Tierra, y la cultura misma está atravesando por cambios que pueden dejarnos muy solos si no despertamos y empezamos a comprender nuestro verdadero poder de sanación.
Esta capacidad se va recuperando gradualmente, y sí, es cierto, lleva tiempo. Pero es un tiempo lleno de gratificaciones y de progresiva certeza de que la curación depende de nosotros.
15 abril 2008
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