20 junio 2007

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“GRIPES Y RESFRIOS, OTRA PERSPECTIVA”
Todos estamos atravesando por una epidemia de gripes, resfríos, laringitis, bronquitis,etc., y pareciera que hay que resignarse a padecerlas. Incluso aceptamos que “es seguro” que vamos a tener al menos un par de estos desagradables episodios en el año. Los virus, siempre mutables, las bacterias, la humedad (particularmente en Buenos Aires), los cambios bruscos de temperatura, la falta de defensas de bebés, niños y ancianos. Aceptamos con gusto analgésicos, antifebriles, antibióticos, antialérgicos, anti… y la lista es interminable. Nos rebelamos contra la siempre inoportuna enfermedad viral invernal, combatimos sus efectos, pero no sus causas… es esto así? “¡Pero cómo!” dirán algunos; “qué otra cosa se puede hacer más que tratar de sentirse mejor, evitar la fiebre, el dolor en el cuerpo, y terminar lo antes posible con eso que, incluso puede llevar a complicaciones”… pero ¿eso es todo o habrá alguna manera de empezar a combatir las causas?
Leemos algo del libro “La enfermedad como camino” de T.Dethlefsen y R. Dahlke?...
“Resfriados y afecciones gripales: la gripe, al igual que el resfrío, es un proceso inflamatorio agudo, o sea, expresión de la manipulación de un conflicto. Para hacer nuestra interpretación, no queda sino examinar los lugares y las zonas en los que se manifiesta el proceso inflamatorio. Un resfrío siempre se produce en situaciones críticas, cuando uno está hasta las narices o se le hinchan las narices. Tal vez haya quien considere exagerada la expresión de situación crítica. Naturalmente, no nos referimos a crisis indecisas, las cuales se manifiestan con símbolos de una importancia proporcionada. Al decir situaciones críticas nos referimos a aquellas que, no siendo dramáticas, son frecuentes e importantes para la mente, que nos producen sensación de agobio y nos inducen a buscar un motivo legítimo para distanciarnos un poco de una situación que nos exige demasiado. Dado que momentáneamente no estamos dispuestos a reconocer ni la carga que suponen estas “pequeñas” crisis cotidianas ni nuestros deseos de evasión, se produce la somatización: nuestro cuerpo manifiesta ostensiblemente nuestra sensación de estar hasta las narices permitiéndonos alcanzar nuestros inconfesado objetivo, y con la ventaja de que todo el mundo se muestra muy comprensivo, algo impensable si hubiéramos dirimido el conflicto concientemente. Nuestro resfrío nos permite apartarnos de la situación molesta y pensar un poco más en nosotros mismos. Ahora podemos ejercitar la sensibilidad corporal.
Nos duele la cabeza (en estas circunstancias, no se puede pedir a una persona que se ponga a resolver problemas), nos lloran los ojos, estamos congestionados, molidos. Esta sensibilización generalizada puede exacerbarse hasta hacer que nos duela “la punta del pelo”. Nadie puede acercársenos, nada ni nadie puede rozarnos siquiera. La nariz está tapada y hace imposible toda comunicación (la respiración es contacto, no nos olvidemos de eso). Con la amenaza; “no te acerques, que estoy resfriado”, se saca uno a la gente de encima. Esta actitud defensiva puede reforzarse con estornudos,los cuales convierten la espiración en potente arma defensiva. Incluso la palabra queda disminuida como medio de comunicación, por la irritación de la garganta. Desde luego, no permite enfrascarse en discusiones. La tos de perro denota claramente, por su tono áspero, que el placer de la comunicación se reduce, en el mejor de los casos, a toserle a alguno.
Con tanta actividad defensiva, no es de extrañar que también las amígdalas, que figuran entre las defensas más importantes, echen el resto. Y se inflaman de tal modo que uno casi no puede tragar, estado que debe inducir al paciente a preguntarse qué es en realidad lo que se le ha atragantado. Porque tragar es un acto de admisión, de aceptación. Y esto es precisamente lo que ahora no queremos hacer. Este detalle nos revela la táctica del resfrío en todos los aspectos. El dolor de las extremidades y la sensación de abatimiento de la gripe dificultan los movimientos y, concretamente, el de los hombros puede llegar a transmitir la presión del peso de los problemas que gravitan sobre ellos y que uno se resiste a seguir soportando.
Nosotros tratamos de expulsar una porción de estos problemas en forma de mucosidad purulenta, y cuanta más expulsamos más alivio sentimos. La abundante mucosidad que al principio todo lo obstruía y que congestionó las vías de comunicación debe diluirse a fin de que algo empiece a moverse y a fluir. Por lo tanto, cada resfrío hace que algo vuelva a moverse y marca un pequeño avance en nuestra evolución. La medicina naturista, muy acertadamente, ve en el resfriado un saludable proceso de limpieza por medio del cual se eliminan toxinas del cuerpo; en el plano psíquico, las toxinas representan problemas que también se resuelven y eliminan. Cuerpo y alma salen fortalecidos de la crisis, para esperar la próxima vez que estemos hasta las narices.”
Existen estudios realizados en la Argentina a cargo de una fundación formada por médicos alópatas y psicoanalistas, la cual llegó a la conclusión de que el resfrío estaría significando tristeza, y la gripe, desolación. Es decir que el cuerpo estaría expresando lo que la psiquis no puede, porque la vida cotidiana, las costumbres y la cultura, nos lo estaría impidiendo.
Si intentamos buscar las causas y no eliminar los síntomas, nos deberíamos preguntar cómo hacer para no acumular tanto a fin de retardar, al menos, la aparición del próximo resfrío o gripe. En primer lugar, y como aporte valiosísimo de las disciplinas psico-corporales, desarrollar la capacidad de diálogo con nuestro propio cuerpo. Esto es posible, y se trata de prestar atención a las molestias físicas y las reacciones emocionales a través de la auto-observación no obsesiva, obviamente, sino como si un “otro” estuviera observando la escena. Luego, intentar relacionar esa reacción o ese dolor con algo, tal vez una situación, una persona, un recuerdo, etc. Finalmente buscar la manera de expresar, de sacar afuera todo eso que guardamos, a través de movimientos corporales de descarga, expresiones como el dibujo, la música, la escritura, la charla con otra persona, el grito provocado, etc., siempre que lo hagamos con ese único objetivo y con mucha conciencia. De esta manera lograremos empezar a percibir “cuándo” alguna situación está excediendo nuestra capacidad de exposición a la misma, para decidir concientemente su aceptación o rechazo y así evitar su somatización.
La Terapia Floral aporta a través de sus esencias, que forman parte de la llamada medicina vibracional, la posibilidad de la toma de conciencia de estas sensaciones y su conversión en energía disponible para lograr salidas creativas y saludables a una situación planteada, una relación conflictiva o una elección no satisfactoria. Desde ya, forma parte de un tratamiento en el cual la figura del Terapeuta Floral con sus conocimientos del ser humano y su experiencia son fundamentales.

13 junio 2007

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¿QUIEN FUE EDWARD BACH?
Voy a transcribir un texto del Dr. Edward Bach dedicada a los médicos de la época (alrededor de 1935):
“Un llamado a mis colegas de la profesión médica;
Después de muchos años de investigación he descubierto que ciertas plantas tienen las más maravillosas propiedades curativas y que, con la ayuda de las mismas, un gran número de casos que mediante tratamientos ortodoxos sólo podíamos paliar, ahora son curables.
Es más, una enfermedad que se avecina puede tratarse y evitarse en esta etapa en que la gente dice: “Quizá sería conveniente llamar a un doctor”.
Pero cuando ganemos la confianza de aquellos que nos rodean y podamos convencerlos de que hay que atajar a la enfermedad en sus primerísimos estadios, y además, cuando podamos explicarles que en los casos más obstinados y crónicos es mejor perseverar con el tratamiento, nuestra obra se ampliará considerablemente. Porque tendremos un ejército de personas a nuestras puertas, días, semanas o meses antes de lo que vendrían para curar su enfermedad; y, en segundo lugar, ya no llegarán a nosotros los casos crónicos sólo para aliviar sus dolores o molestias sino también para que sigamos la atención de dichos casos, con la esperanza de obtener su curación.
Las hierbas mencionadas pueden usarse conjuntamente con cualquier tratamiento ortodoxo, o agregarse a cualquier receta, y acelerarán y ayudarán a que el tratamiento de todo tipo de casos, sean agudos o crónicos, resulte un éxito.
En este tiempo que vivimos la medicina ortodoxa no consigue vencer una proporción de las enfermedades de este país; y ya es tiempo de ganar nuevamente la confianza de la gente, y justificar nuestra doble vocación.
Las flores son fáciles de entender para todo estudiante de la naturaleza humana, y una de sus propiedades es que pueden ayudarnos a evitar que una enfermedad orgánica se instale cuando el paciente está en ese estado funcional que tan a menudo procede a las dolencias agudas o crónicas”
Hasta aquí sus palabras. Pero ¿quién fue Edward Bach? Actualmente muchas personas tienen una deficiente información respecto a su persona, su trayectoria y los fundamentos de su, a veces mal entendido, Sistema Floral.
Nació el 24 de septiembre de 1886 en Moseley, un pueblito en las afueras de Birmingham, en Warwickshire, Inglaterra, es decir, en la región de Gales. Una vez finalizada su educación, trabajó con su padre, dueño de una fundición de latón. Allí comenzó a despertar su sentido de observación sobre la naturaleza humana, comprendiendo los sufrimientos de los obreros al enfermar, debido a que perdían su trabajo y además, no contaban con dinero para pagar el médico. Decide iniciar la carrera de Medicina, y finaliza la misma en 1912, realizando sus prácticas como médico residente, en Londres.
En las largas horas de la guardia hospitalaria hizo otra observación importante: el proceso de curación era a menudo más doloroso que la enfermedad misma y esto fortaleció en él la convicción de que la verdadera curación debía ser suave, sin dolor y benigna. Se especializa en Bacteriología e inicia investigaciones sobre las toxemias intestinales, descubriendo una vacuna para las mismas.
Su preocupación por el hecho de que muchas veces los tratamientos resultaban más cruentos que la enfermedad misma y la aguda observación sobre los estados emocionales que la acompañaban constituían el estímulo para sus investigaciones y su propósito de encontrar opciones más “humanizadas”.
Su salud flaquea, es operado y diagnosticado. Le pronostican algunos meses de vida. A partir de ese momento redobla su intención de completar su misión y encontrar alguna terapia que respetara el principio de Hipócrates: “Primero no dañar”, presente en el juramento de todo médico que recibe su título profesional. Se conecta con los principios de la Homeopatía, descubierta 100 años antes por el Dr. Hahnemann, y también con filosofías que aceptaban la existencia de la energía, prana ó chi, según diferentes culturas. En aquella época se habían hecho descubrimientos, como por ejemplo, el fotografiar la energía de los seres vivientes (Kirlian, en Rusia) ó detectar los rayos ultravioletas a través de una lente especial, lo cual confirmó su existencia, aunque no se la pudiera observar a simple vista (salvo en el caso de personas con facultades desarrolladas). Descubre una forma oral de su vacuna, aplicando principios homeopáticos, logrando, de esta manera, evitar la inflamación, dolores y molestias que provocaban las vacunas.
Años después, y habiendo logrado prestigio y reconocimiento entre sus colegas, los cuales, aun alópatas, aplicaban sus vacunas, decide investigar plantas y flores. Cierra su consultorio y abandona su brillante carrera en Londres y se dirige a Gales, donde había nacido, a completar su obra. Allí tiene lugar la maravillosa síntesis entre ciencia e intuición, de la cual el Dr. Bach fue una acabada muestra, ya que, fue descubriendo las propiedades de las distintas flores, percibiendo su energía en forma directa. En primer lugar las experimentó en su persona, corroborando los efectos esperados a nivel emocional y físico, y luego comenzó a administrar a sus pacientes, consiguiendo mejorías no logradas antes. Logró llegar a la meta: descubrir una medicina integrando al paciente al integrar su mundo emocional. Además, corroboró con su propia experiencia de vivir varios años más de lo que le fue pronosticado, el hecho de que cuando se trasciende una situación negativa, soltándola, las energías se acomodan de otra manera, ayudando a la realización del ser. Murió en 1936, mientras dormía.
En los años siguientes y a lo largo de 70 años el sistema floral por él creado se ha utilizado en todo el mundo y ha sido recomendado por la OMS en la década del 70 ya que las medicinas vibracionales, como en este caso, superan los niveles físicos y concientes, para sanar aspectos que “pueden” con nosotros y nos enferman. La medicina floral de Bach puede ser utilizada por embarazadas, bebés desde su nacimiento, niños, adolescentes, adultos jóvenes, adultos maduros y ancianos. Su aplicación además, es no solo oral sino local, en el caso de problemas de piel, ojos, oídos y boca.

10 junio 2007

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LAS ADICCIONES Y LA TERAPIA FLORAL

Este es otro punto de vista… que se complementa con el de las terapias convencionales y llega a reemplazarlas.

“A-dicción”: significa “lo no dicho”, y, en relación al tema que nos ocupa, podríamos hacer alusión a los “secretos”, a los “ocultamientos”, a lo “no expresado”. Y dando un paso más, nos encontramos con las “carencias”: de afecto, de contención, de contacto, de presencia, de escucha.

¿Escucharon hablar de los “hogares o familias disfuncionales”? Sí, a este punto quería llegar; la disfuncionalidad es la distorsión en los roles o funciones de los integrantes de una familia (algún padre o madre se vuelve “hijo” ó “hija” de sus propios hijos, por haber sufrido, a su vez, carencias en sus familias primarias).

Ahora, entonces, llegamos al comprender cómo se articulan las “carencias” con la “disfuncionalidad”: la familia en la cual sus integrantes se identifican con roles distorsionados, no cumplen saludablemente los objetivos de toda familia: la crianza y cuidado de los hijos, tanto como el respeto por el desarrollo de todos sus integrantes.

En tal situación, es lógico que aparezcan las carencias a nivel afectivo, el amor expresado a través de manipulaciones hacia el otro, y, muy especialmente, la negación rotunda de esta situación, que se vuelve una especie de “secreto familiar”.

Llegados a este punto, podemos empezar a comprender la relación de esta circunstancia y la aparición de adicciones: al alcohol, a las drogas, al juego, a la comida, a las personas…

El vínculo se establece “desde la carencia”, desde “lo que me falta para ser feliz”, esto de que “no puedo vivir sin…”, en lugar de elegir la situación, el objeto o la persona libremente, sabiendo que se hace desde la sensación de plenitud y no desde la vivencia de “falta de”.

Nuestra cultura no colabora en la constitución de vínculos sanos, ya que, a través del llamado “consumismo”, se nos estimula a ser más dependientes, a creer que siempre nos falta algo, que si no tenemos un producto determinado, ya casi ni somos “dignos”. Por otro lado, los mensajes expresados a través de canciones populares que afirman que “no puedo vivir sin tì” ó, “tu ausencia me mata”, o cosas por el estilo, no hacen más que confundir un romanticismo sano con una especie de inmadurez afectiva, casi infantil.

La Terapia Floral aporta valiosos elementos tanto desde las esencias mismas como a través de su propia filosofía para revertir gradualmente las adicciones.

En el Sistema Floral de Bach, contamos con flores como:
*Rescue Remedy, Agrimony, Centaury, Chestnut Bud, Chicory, Crab Apple, Gorse, Holly, Pine, Walnut, las cuales re-
vierten en forma permanente cuadros de shock, negación, falta de límites, no aprendizaje de la experiencia,
manipulación, intoxicación, falta de fe, ira, culpa y no poder cambiar, respectivamente.

En el Sistema Floral de Bush, podría señalar:
*Remedio de Emergencia, Alpine Mint Bush, Black-Eyed-Susan, Bottlebrush, Crowea, Isopogon, Monga Waratah,
Mountain Devil, Old Man Banksia, Philoteca, Red Helmet Orchid, Southern Cross, Sturt Desert Rose, Waratah,
Wedding Bush. Transforman positivamente situaciones de desborde emocional, cansancio por atención de otros,
Hiperactividad compulsiva, no poder cambiar, ansiedad, no lograr aprender de la experiencia, dependencia
de los demás, ira, no poder poner límites, sentirse “poca cosa”, mala relación paterna, sentimiento de ser “víctima”,
culpa, desesperación, falta de compromiso, respectivamente.

Los cambios son graduales y permanentes, siendo recomendable además, la participación en algún grupo de autoayuda específico, dado que esta problemática se inició en un grupo, el familiar, y requiere la “práctica” de nuevas formas de vincularse, más sanas, lo cual es propiciado por el efecto de los remedios florales mismos.


ALGUNOS TESTIMONIOS

“Las flores significaron un antes y un después en mi vida” (D., 43 años)
“A partir del tratamiento me dí cuenta de que mi problema era la adicción a personas y no lo sabía, a pesar de haber hecho años de psicoterapia” (A, 50 años)
“Sabía cuál era mi problema pero no sabía cómo salir” (N, 35 años)
“Viví muchos años sintiendo culpa por todo y haciéndome cargo de todos, sufrí depresiones y cada vez que intentaba una salida, los miedos eran insuperables, hasta que por casualidad, probé las flores” (E, 49 años)


Ver Flores de Bach

04 junio 2007

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"LAS FOBIAS Y LA TERAPIA FLORAL"

(Extraído del libro "Medicina floral y salud mental", del Dr.Víctor Kripper, psiquiatra)

"Como el mismo Edward Bach dijo, este método no es absoluto ni excluyente de otros recursos terapéuticos, sino que, por el contrario, puede ser un excelente complemento terapéutico de otros sistemas.

No es exagerado destacar que el éxito o el fracaso de un tratamiento depende fundamentalmente del grado de acierto que se tenga en el diagnóstico.

Como escribió Bach, "la enfermedad no es crueldad ni castigo, sino el correctivo, la herramienta que nuestra propia alma utiliza para que nos demos cuenta de nuestros propios errores, para evitar que cometamos más daño y así traernos de vuelta al camino de la verdad y la luz del cual nunca nos deberíamos haber alejado"

Yendo al tema que nos ocupa; ¿qué el la Neurosis Fóbica?
Es la sistematización de la angustia pero sobre personas, cosas y actos que se convierten en el objeto del "terror" paralizador. Es un miedo específico interno cuyo estímulo es proyectado al exterior para disminuir la angustia.
Las situaciones fóbicas son: agorafobia (miedo a los espacios abiertos o al exterior), claustrofobia (miedo al encierro o a lugares cerrados), eritrofobia (miedo a la sangre), etc.

Conductas fóbicas: evitación, tranquilizaciòn (por ej. cno la compañia), superstición.
Carácter del fóbico: presenta un estado de alerta constante, actitud de huída (pasiva o bien desafío). La huída pasivase caracteriza por inhibición sexual, timidez y rechazo a los otros. La huída activa es hacia adelante, en una actitud de desafío permanente, exceso de ocupaciones y tabú sexual.

Evolución: las fobias pueden incrementarse, disminuir o bien pasar hacia una depresión.

Tratamiento: Terapia floral, psicoterapia, psicofarmacoterapia. La mayoría de los pacientes fóbicos que concurren a la consulta ya llegan medicados con ansiolíticos, antidepresivos e inductores del sueño. En estos casos no se debe de ninguna manera suspender en forma brusca esta medicación para reemplazarla por esencias florales. Solo en la medida en que le paciente vaya mejorando se irán retirando lentamente los psicofármacos. Esta recomendación es válida para el tratamiento de todas las patologías psíquicas.

Caso clínico: paciente de 43 años, casado, sexo masculino, derivado por el cardiólogo a quien había consultado por ahogos y precordialgias intensas (dolor en el pecho). Todos los exámenes cardiológicos fueron negativos. El paciente se describe a sí mismo como hipocondríaco. Hace quince años que no visita al odontólogo porque le tiene pánico.
Es una persona sumamente impresionable y con miedos de todo tipo. De pequeño estuvo separado de los padres y vivió en un colegio internado hasta los 14 años. Describe sensación de que algo le va a suceder sin poder precisar qué cosa. Fuma cuarenta cigarrillos diarios, toma seis comprimidos por día de un tranquilizante, el último de los cuales es para poder dormir.
Desde muy pequeño fue miedoso y arrastró sus miedos hasta el presente. La madre y un heramano también sufren de males parecidos.
Indicación: (Flores de Bach): Agrimony más Mimulus más Aspen más Rock Rose. Continua con esta fórmula por seis meses conmejoría lenta pero continua. En este período solo se descompensó en algunas oportunidades (cuando falleció la suegra, cuando se infartó un compañero de trabajo), y entonces se le indicó Rescue Remedy.
Después de 18 meses toma solo un comprimido diario de tranquilizante.
Ha comenzado a atenderse con el dentista: tomando Rescue Remedy desde el día anterior a cada visita.

¿Qué diferencia hay entre los métodos convencionales de tratamientoy los que no lo son?
Simplemente cuestiones formales.
En China la medicina convencional está basada en el taoísmo. En Africa la medicina convencional es la de los hechiceros.
Según la Enciclopedia Salvat, "alternativa" significa "opción" o elección entre dos o muchas cosas". En conclusión: la división entre métodos convencionales y alternativos es virtual, porque todo en medicina es alternativo.
Un antibiótico que no cura la infección es reemplazado por otro. O un analgésico que no alivia el dolor, etc.
En el tratamiento de un cuadro abdominal agudo, si clínicamente no responde, se indicará cirugía. Una quimioterapia antineoplásica insuficiente será asociada con cobalto. Absolutamente todos son procedimientos alternativos. Es decir, toda la medicina es la sumatoria de un sinnúmero de alternativas"

Link relacionado Flores de Bach