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“Los nuevos enfoques terapéuticos”

Hipócrates fue quien dijo “Primero no dañar”, y esta frase expresa toda una manera de enfocar la vida en general, es decir, se refiere a la idea de lo “holístico”, de lo integrado, del ser humano con su cuerpo físico, pero también con su mundo de emociones, sentimientos y pensamientos.
En este sentido las terapias naturales ofrecen la posibilidad de sanar en profundidad nuestras dolencias, tanto físicas como emocionales. La medicina oriental, nacida hace miles de años, ha considerado siempre la existencia de una corriente de energía llamada “chi”, ó también “prana” para los hindúes, que es aquello que no podemos ver a simple vista, salvo a través de la fotografía Kirlian (Kirlian, de nacionalidad ruso, logró fotografiarla en su laboratorio de investigación en la primera mitad del siglo XX). En los comienzos de la cultura occidental, ésta incorporó elementos de la cultura oriental (aunque lo neguemos y nos resistamos a considerar que existió esta influencia) y luego puso más bien énfasis en “el intelecto”, dando lugar a tantos filósofos, dramaturgos y escritores a través de la cultura griega, principalmente. Sin embargo, a esas alturas, el arte estaba incluído como un bien preciado y aceptado. En esa época vivió Hipócrates, el cual, desde la práctica de la medicina de la época, hablaba de “humores”, en relación a una cierta lectura del enfermo y de su enfermedad. Según él había una correspondencia entre el carácter de la persona y su dolencia física, clasificando las enfermedades según este criterio. Es de suponer que esto fue un vestigio de las medicinas orientales, más antiguas.
Luego, a través de la dirección que tomó la cultura greco-romana y su continuación a través de las diferentes nacionalidades a las que dieron lugar, la “especialización” y la “tecnología aplicada a la medicina” se constituyeron en los aspectos más apreciados. Este desarrollo tuvo que ver con la sobrevaloración de lo físico por sobre los demás planos de la existencia de la persona. Lo físico-químico se puede medir con aparatos, catalogar, ver, observar directamente, extraer, reemplazar. Las drogas (en las cuales también se aplicó la idea de especialización a través de la tecnología), lograron calmar dolores, combatir bacterias, desinfectar, reducir tumores, nivelar descompensaciones, sedar, estimular.
Esta forma de ejercer la medicina es la manera habitual y cotidiana que todos conocemos y que es aceptada por muchas personas, las cuales no han tenido la oportunidad de conocer otros métodos.
Es indudable la eficacia de muchos de estos medicamentos y procedimientos en muchos casos de enfermedades, pero sería más lógico pensar en ellos cuando justamente “no queda otro remedio”.
Las medicinas naturales, como la homeopatía, las terapias florales, la musicoterapia, la acupuntura, la digitopuntura, el shiatzu, la fitoterapia, la antroposofía, etc. Son poco conocidas en nuestro país en relación a lo que sucede en países europeos o a otros americanos. En Inglaterra, por ejemplo, existe un Hospital de Homeopatía estatal, y es la cuna de las Flores de Bach, ya que su creador, el Dr. Edward Bach, era oriundo de Gales, Inglaterra. Por otra parte la Antroposofía, creada por Rudolf Steiner, tiene desarrollo en Alemania, Suiza y Brasil, principalmente. En estos y otros países existe atención con estas medicinas y se dictan cursos y perfeccionamientos. Los Congresos se realizan en todo el mundo, en diferentes lugares y es allí en donde se exponen las últimas investigaciones realizadas en estos temas y se difunden.
Por otro lado, estas medicinas se acomodan pefectamente a los tratamientos alopáticos, siendo, de esta manera, complementarios de los mismos.
Es imprescindible considerar, sin embargo, que siempre es preferible, luego de realizar chequeos médicos oportunos si se trata de síntomas físicos, elegir como primera opción el tratamiento natural. En el caso de la homeopatía y la terapia floral, no tienen contraindicaciones ni efectos tóxicos o adversos, lo cual sí ocurre con los medicamentos alopáticos.
Una de las preguntas frecuentes se refiere al hecho de tener que ingerir “gotitas” para superar un problema emocional, por ejemplo. Y es fundamental considerar que no es lo mismo que ingerir un medicamento alopático, como por ejemplo un sedante, o un anti-depresivo. Las “gotitas” no contienen drogas, sino que están impregnadas de la “energia” de la sustancia correspondiente. Si realizamos un análisis del contenido, encontraremos agua y cognac o brandy (alcohol). No hay ninguna otra sustancia química. Sin embargo, los efectos ocurren.
Si se trata de pánico o fobias, éstas van cediendo naturalmente. Si es angustia, las flores acompañan la expresión de esa angustia contenida, para que desaparezcan los síntomas físicos de la misma. Si existe intolerancia, resentimiento, depresión… ocurre algo parecido.
La diferencia fundamental con la medicina alopática, es que no se suprimen síntomas sino que se convierten en energía disponible para lograr sentirse mejor.
Estamos viviendo épocas difíciles, nadie lo duda. Muchos cambios, muchas incertidumbres, muchas dudas, mucho cansancio. Los chinos dicen que las crisis significan “peligro y oportunidad”. Si vivimos en esta época, será por alguna razón, pero en lugar de quedarnos en la queja y creer que no podemos hacer nada, podemos recuperar nuestras ganas y ser guías para otras personas, a través de la transformación de nuestras emociones negativas.
La terapia floral ofrece esta oportunidad.
Es responsabilidad nuestra elegir lo saludable para nosotros y para los demás. Nadie lo hará por nosotros, pero a cambio, sentiremos la fuerza que nada externo brinda.
Pensémoslo.

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“Dependencia afectiva: detección y recuperación”

Robin Norwood, psicóloga y escritora norteamericana describió, en la década del `80, este conjunto de síntomas que se corresponden con un tipo de dependencia, la afectiva. Su libro “Mujeres que aman demasiado”, describe de una manera muy completa este tipo de adicción, subrayando que no solo podemos ser adictos a sustancias, al juego ó al cigarrillo, sino también a las personas. Ella habla también de co-dependencia, ya que cuando alguien establece una relación en la cual “depende del otro”, este otro, seguramente también es un ser dependiente.

Pero… de qué hablamos cuando decimos “dependencia”? Acaso las personas no somos dependientes de otros seres humanos? Esta es una pregunta que merece una respuesta cuidadosa, ya que habría que preguntarse a qué le llamamos “ser dependientes”. Si dependencia es no poder vivir sin el otro, o dejar de vivir por el otro, entonces sí, afirmativamente, éste es un vínculo adictivo.

Podemos sintetizar en los siguientes puntos la historia y la personalidad de quien padece de dependencia emocional:

A) La persona proviene de una familia en la cual los roles no estaban bien determinados, por lo cual, no fueron satisfechas sus necesidades emocionales.
B) Al no haber recibido suficiente afecto, intenta compensar esta carencia, “dando” afecto a otros, generalmente a hombres que parecen “necesitados”.
C) La experiencia vivida con los padres u otros integrantes de la familia, en la cual no fue posible “cambiar” a ese ser querido en la infancia, de volverlo más cariñoso y atento, hace que la mujer intente, ya adulta, “cambiar” a hombres prácticamente inaccesibles (violentos, inmaduros, adictos a sustancias, abusadores, psicópatas, ausentes emocionales, etc.).
D) Siente terror ante la sola idea del abandono, y hace cualquier cosa por evitar que la relación se disuelva.
E) Aun en el caso de que lo que esta mujer haga por el otro para ayudarlo, sea problemático, la enferme, la desgaste o le provoque cualquier tipo de perjuicio, esto no es motivo para dejar de ayudarle.
F) La costumbre en relación a la falta de amor, hace que la tolerancia, la esperanza y el esfuerzo sean desmedidos.
G) Acepta cargar con culpas inmerecidas, responsabilidades excesivas y reproches injustos.
H) Hay baja autoestima, y sensación de inmerecimiento. En cambio, predomina la idea de tener que “ganarse el derecho a disfrutar de la vida”
I) Debido a la poca seguridad experimentada en la niñez, necesita controlar a sus hombres y relaciones, disimulando esto bajo la apariencia de “ser útil”.
J) En los vínculos que establece, está más en contacto con la ilusión de lo que debería ser esa relación, que con la realidad de lo que es.
K) Se vuelve adicta a los hombres y al dolor emocional. Dicho en otras palabras, el sufrir por otros y el sufrimiento en los vínculos se vuelven “necesarios” porque no se aprendió otra cosa.
L) Es probable que se tengan además tendencias a la adicción a las drogas, al alcohol, a la comida, etc,
M)Al vincularse con personas problemáticas, adictas o que no quieren ni pueden resolver sus problemas, la persona evita conectarse con la responsabilidad consigo misma.
N) Es posible que la persona tenga tendencia a tener depresiones, que compensa con la excitación (y distracción), de una relación inestable.
O) Los hombres “agradables” le parecen aburridos, y no le atraen los hombres amables, confiables y estables.

Quizá esta descripción pueda gatillar preguntas en quienes la leen, si es que algo en sus vidas les está molestando y no tienen muy claro qué es. Tal vez son personas que hayan realizado tratamientos anteriores, en los cuales les fue posible comprender su situación ó recorrieron una infancia triste, pero les sucede que en su vida actual, no pueden mantener vínculos gratificantes y saludables.

La misma autora, en una parte del libro, detalla los pasos a seguir para recuperarse de esta problemática. Y éstos se refieren a buscar ayuda a través de algún profesional y, fundamentalmente, un grupo. A su vez, menciona la espiritualidad como elemento fundamental para confiar cada vez que el obstáculo parece insuperable.

La Terapia Floral de Bach y de Bush, acelera notablemente el proceso de toma de conciencia y de recuperación, ya que actua sobre el área emocional y, como consecuencia, sobre las conductas. El remedio floral la conectará con sus propias fuerzas, las cuales le ayudarán a cortar lazos destructivos, y la irán guiando hacia la autoconfianza, la seguridad, dejando atrás los miedos, que no son más que ilusiones, tan irreales como la suposición de ser omnipotente y poder cambiar a otra persona, como la creencia de que se puede controlar a los demás, que no existen problemas internos a superar, o que se debe sufrir necesariamente en un vínculo afectivo.

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“DEFICIT DE ATENCION E HIPERACTIVIDAD Y NIÑOS INDIGO”

¿Qué es el Déficit de Atención e Hiperactividad?
Es una manifestación visible de una problemática del niño, a través de la dificultad en el aprendizaje, la hiperactividad y la dispersión, principalmente en la escuela. Muchas veces está relacionada con algún conflicto de tipo familiar.
Es una patología descripta por la Psicología.


¿Qué es un Niño Indigo?
Es un niño que puede presentar hiperactividad y dispersión, pero tiene gran sensibilidad y capacidades desaprovechadas.
El niño índigo forma parte de una generación que viene a aportarnos un nuevo enfoque de la vida y cuya existencia está siendo el centro de atención de padres y maestros en todo el mundo.
No es una patología


¿Qué aporta la Terapia Floral en estos casos?
Soluciones reales y concretas a niños con ambas características


¿Qué es la Terapia Floral?
Es un tratamiento basado en la energía de 38 flores, creado hace más de 70 años por el Dr. Edward Bach en Inglaterra.


¿Está indicado para todos?
Absolutamente. No tiene contraindicaciones, efectos colaterales ni adversos, no produce dependencia. Es compatible y complementario de otros tratamientos, aun los alopáticos.


¿Tiene resultados a corto plazo?
Efectivamente, los efectos se pueden sentir en pocos días, y además van reemplazando muchas veces la medicación indicada en otros tratamientos.


¿Hay que continuar indefinidamente tomando florales?
No necesariamente. Muchas veces se indican por un corto período de tiempo.


¿Se pueden tomar florales sin consultar?
Se puede hacer, pero es importante realizar una consulta personalizada a través de un Terapeuta Floral.


¿Puede un Terapeuta Floral indicar Remedios Florales sin ser Psicólogo?
Sí es posible, siempre y cuando el mismo esté formado adecuadamente en los fundamentos del Sistema Floral de Bach, que incluyen el estudio del ser humano desde una perspectiva diferente, pero no menos correcta.



“La salud depende de que estemos en armonía con nuestra alma”
Dr. Edward Bach

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“Inestabilidad emocional, menstruación y menopausia”


“Que si me pongo irritable antes de la menstruación?” , “Doctor, aquí le traigo a mi mujer. Buena, tranquila, contenta, pero de repente le vienen sus días y se pone como loca, no me la puede arreglar”, “No quiero saber de nada, y nada me interesa. Lo único que deseo es terminar con todo…”, “Estoy que ya ni me aguanto”…

Frases habituales, conocidas y reiteradas en mujeres menstruantes o menopáusicas. El síndrome pre-menstrual es ampliamente conocido y sus síntomas pueden continuar aun después de interrumpirse los ciclos menstruales. Cólicos, molestias en la cintura, cadera, dolor e hipersensibilidad. Según la Dra. Christine Northrup, médica estadounidense, fundadora de un centro integrado por ella misma, psicólogas, antropólogas y sociólogas, la cultura considera molestos, asquerosos o dolorosos lo relacionado con los aspectos reproductivos en la mujer. La menstruación, vinculada con la creación de la vida, se valora como una maldición en culturas como la nuestra, y, según Northrup, son más bien momentos de sumo poder femenino.

Para la Dra. Northrup, los cambios durante el ciclo menstrual tienen que ver con la expresión de emociones reprimidas que suelen ridiculizar las mismas mujeres cuando dicen: “no me hagas caso… estoy en mis días” y son ellas las primeras en no querer tomar en cuenta esas señales llegando a pedir perdón por sentir esas emociones. Las mujeres suelen no atender su propia vida, debido al estrés contenido por el enojo, la impotencia en las relaciones, y situaciones de trabajo.

En el primer período del ciclo menstrual, en la fase folicular, la mujer suele sentirse llena de inspiración, actividad y de disposición a vincularse con el mundo externo. Es el momento de llevar a cabo nuevos proyectos. La creatividad femenina está en su apogeo durante la ovulación. Una vez producida ésta, empieza otra fase que se corresponde con la segunda mitad del ciclo, en la cual existe necesidad de interiorización, de evaluación, de reflexión. Esta etapa es más pasiva e incita a tomar las cosas con más calma. En esta fase, la mujer se prepara a desarrollar o dar a luz algo que interiorizó previamente.

Lo que la cultura no respetaría y,por el contrario maldice, es aquello que tiene que ver con el mismo ciclo, ya que se debería lucir, trabajar, ser eficientes y productivas al 100% como siempre. Por eso en este segundo perìodo, todo lo que no funcionó anteriormente surge de tal manera que el cuerpo ofrece la oportunidad de hacer cambios. Así que los malestares del perìodo pre-menstrual tienen siempre su base real. No son invenciones que nada tienen que ver con las mismas mujeres. Surgen de de lo más profundo del ser porque no son escuchados. Cuando se hace caso omiso de ese llamado, la información reprimida no tiene otra posibilidad de transformarse en síntomas o en SPM.

Sintetizando, la creatividad de la mujer es cíclica y esto es lo que la cultura actual, lineal y masculina, no comprende. Y, como consecuencia, se presentan síntomas como manifestación de ello.

Es aquí justamente donde las Esencias Florales resultan sumamente apropiadas, ya que actúan tanto a nivel emocional,. Como biológico. Su principal beneficio es ayudar a la mujer a reconocer sus propias necesidades, deseos y proyectos, así como a conectarse con ella misma y recuperar su propia sabiduría.

En el caso de la menopausia, si antes de producirse, la vida y conducta de la mujer se enfocó en el cuidado de otros, ahora, a través de las variaciones hormonales propias de esta etapa, tendría la oportunidad de conectarse con sus pasiones y necesidades, viviéndola como momento de interiorización y reflexión. Si se niega a sí misma esta posibilidad, “porque lo que siento es feo y no conviene sentirlo para no molestar a los demás”, los cambios emocionales se profundizarán y se transformarán en irritabilidad, enojo, o sensación de volverse loca.

Desde ya, los Remedios Florales también están indicados en estas etapas, colaborando con la conversión de la creatividad femenina antes depositada en la reproducción biológica, en nuevos proyectos y realizaciones en lo laboral, profesional, artístico, social, etc.

Tanto en un caso como en el otro, se trata de promover la salud, lo que redunda, en definitiva, en beneficio de todos.

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"Proyecto de ley sobre un régimen legal de protección a las personas con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad"

(A nivel legal figura como el Expediente Nº 3207/06 y puede leerse en: Sitio Oficial de la CTA—Departamento de Discapacidades y Disfunciones)

Ha llegado a conocimiento de muchas personas este proyecto de ley que implementaría los medios para la administración del medicamento “Ritalin” a personas, especialmente niños, con déficit de atención e hiperactividad (ADDH).
Este Boletín tiene como objetivo la difusión y la comprensión de los fundamentos de las terapias vibracionales, una de las cuales es la Terapia Floral. Las medicinas vibracionales basan su accionar en el concepto de que el ser humano es un ser integrado por varios cuerpos, uno de ellos el físico, y los otros no visibles pero no por ello menos reales. Es en estos cuerpos donde se asientan nuestros mundos emocionales, mentales y espirituales. De manera que la medicina vibracional buscará armonizar no solo el cuerpo físico, sino también los demás.
Para lograr estos objetivos utiliza los principios vinculados a los de la homeopatía, es decir, la existencia de un cuerpo vital o energía que todo ser vivo contiene y que se desarmoniza cuando el ser no sigue los dictados de su propia alma (inconsciente o sabiduría profunda), y por otro lado, la energía de determinadas flores que poseen la misma frecuencia de esas energías desarmonizadas y logran convertirlas y positivizarlas.
De esto se desprende que las medicinas vibracionales consideran al individuo como único e irrepetible, y de esta manera en concordancia con lo que decía el Dr. Hahnemann, creador de la Homeopatía: “No hay enfermedades sino enfermos”.
Tan valiosa es la medicina vibracional como la ortodoxa, en tanto busquen la verdadera curación del ser humano, más allá de conveniencias u otros elementos que nada tienen que ver con la recuperación de la salud.
Desde los aportes de estudiosos de los aspectos energéticos del ser humano, sabemos que existen cambios que están aconteciendo en el mundo en forma acelerada, y uno de ellos es la aparición de muchos niños con déficit de atención, y, a veces, con hiperactividad. Esto causa desconcierto y alarma en padres y maestros, y está sucediendo en muchas partes del mundo. Estos niños, si no son tratados adecuadamente, pueden volverse violentos o agravar su estado hasta enfermar psíquicamente. Pero existen muchas personas que están desinformadas respecto a estos hechos.
En países como EEUU se utiliza la medicación llamada “Ritalin” ó “Ritalina”, droga elaborada con el fin de sedar a estos niños y forzar su adaptación al medio, y, aparentemente en nuestro país, se está estudiando la posibilidad de aplicar el mismo procedimiento a niños con esta problemática.
Desde el enfoque de la medicina vibracional, se considera que no todos los niños afectados de déficit de atención y/o con hiperactividad son niños con patologías que requieren medicación a través de drogas. Y se advierte que existen muchos niños que, presentando estos síntomas, tienen una capacidad intelectual igual o superior al nivel medio, rinden correctamente sus exámenes, pueden realizar varias actividades al mismo tiempo, tienen una gran capacidad afectiva, son intuitivos y perceptivos, sensibles, y con una gran capacidad creativa. Se los identifica con el nombre de “niños índigo” ó “niños cristal”, los primeros muy cuestionadores en general, y los segundos más bien, pacificadores.
Estos niños responden muy bien a las medicinas vibracionales porque se encuentran muy conectados a las energías sutiles y, como decía antes, son sensibles y perceptivos. No toleran la mentira ni la falta de amor. Son “antenas” que perciben rápidamente la incoherencia en su entorno y la manifiestan de alguna manera.
Existen maestras que en muchos lugares que, habiendo detectado esta clase de niños, se están informando para, a su vez, hacerlo con sus padres y buscar, juntos, una manera más adecuada de educarlos.
Ellos requieren del aprendizaje “vivencial”, es decir, les cuesta aprender utilizando solo el intelecto y necesitan incorporar el conocimiento a través de todo lo que implique la utilización de la creatividad y la expresión.
La utilización de drogas inadecuadamente pueden tener consecuencias que aun no podemos vislumbrar. Los niños, aun si no son los anteriormente descriptos, son los primeros en “actuar” los conflictos de su familia o sociedad a la que pertenecen.
A través de las medicinas vibracionales, tanto los niños índigo como los que verdaderamente tienen ADDH, logran equilibrarse, pero a través de medios naturales, que no provocan dependencia ni tienen efectos colaterales. Y lo que es más importante: los ayudan a conectarse consigo mismos, a madurar y a transformarse en seres útiles desplegando sus potencialidades.
Busquemos información, reflexionemos y cuidemos a nuestros niños.